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Mapiripán, MetaMapiripán: jóvenes tejiendo un gran futuro.
.El recorrido para llegar a Mapiripán simplemente es fascinante. Se atraviesa una larga sabana por una carretera destapada, en la que se pueden ver diversidad de fauna y algunas malocas del pueblo Jiw, y en ocasiones, y en época de verano, bandadas de niños y niñas de esta comunidad que aprovechan los caños para nadar.
Mapiripán es un municipio pequeño en la ribera del río Guaviare que, al igual que otros municipios del Sur del Meta, carga con el estigma de la guerra y de la coca; pero los y las jóvenes quieren un cambio de página en esta historia, desean que el municipio se convierta en un territorio de paz.
La población juvenil de Mapiripán es de 2.006 habitantes, de los cuales 776 viven en el área urbana y 1.230 en el área rural, incluyendo el Resguardo Naexal Lajt del pueblo Jiw.
El Consejo Municipal de Juventud – CMJ – está integrado por 9 consejeros (as) de juventud, y la Plataforma Municipal de Juventudes cuenta con una participación de 8 jóvenes, aunque a través de las acciones realizadas como foros y encuentros rurales, la participación aumentó considerablemente en la última actualización.
Los y las jóvenes de las instancias de participación juvenil sienten orgullo de su proceso de aprendizaje, crecimiento y reconocimiento que han obtenido en este último año, como lo cuenta Mariana Ariza, integrante de la Plataforma de Juventudes:
“Antes que llegara a nuestro municipio el proyecto Juventud Gestora de Cambio (JGC), la juventud no tenía voz ni mucho menos voto en ningún espacio de participación, evidenciando de esta manera el adulto centrismo en su máximo esplendor. Gracias a las herramientas que el proyecto nos ha brindado, hemos logrado abrirnos paso en los distintos escenarios de participación logrando de esta manera que la población del municipio ya nos vea como lideres en proceso de formación”.
Entre los logros obtenidos este año de trabajo, se encuentran: la organización interna del CMJ y la Plataforma, la elaboración del reglamento interno, un plan de trabajo, la certificación de 15 jóvenes del diplomado Emprendimiento y Organización Juvenil, la realización de la Asamblea de Juventud que logró reunir jóvenes del área urbana, rural, y jóvenes Jiw del Resguardo Naexal Lajt.
Además, la conformación y reglamentación de la Comisión de Concertación y Decisión – CCD-, en trabajo articulado con la institucionalidad y la construcción de una Agenda de Juventud, documento que recoge la ideas y propuestas que surgieron en la asamblea.
La participación de jóvenes rurales y étnicos en el proceso de formación y fortalecimiento ha sido uno de los puntos que se resaltan, ya que esto representa un reto para las instancias de participación juvenil por las grandes distancias en algunas veredas. Katerine Villar es consejera de juventud por la curul especial campesina, y al respecto de su experiencia en el proyecto, expone:
“Soy CMJ por la curul especial campesina y mi mayor temor al iniciar este proceso era el no ser escuchada, ya que nosotros los jóvenes campesinos no contamos con el conocimiento básico para poder hacer incidencia y no es porque no queramos si no por falta de oportunidades; hoy en día puedo decir que gracias a las herramientas que el proyecto me ha suministrado tengo las bases que me permitirán realizar a cabalidad mi papel como líder campesina”.
Cabe destacar uno de los mayores logros de los y las jóvenes en el municipio se dio en la articulación con la institucionalidad, ya que en principio la relación de las instancias de participación juvenil era débil, se fue gestando el acercamiento y finalmente se pudo conformar la Comisión de Concertación y Decisión, de gran importancia para el diálogo y la concertación. Esto permitió incidir para que la administración municipal destinara recursos para el 2023, para atender las actividades del CMJ y la PMJ.
Sumado a esto, se logró socializar la Agenda Juvenil con el Concejo Municipal y la Personería, quienes han manifestado apoyo a la gestión de los chicos y chicas que se han hecho más visibles frente a su comunidad y las instituciones. Como lo cuenta Omar Patiño, consejero municipal:
“A nivel personal creo que las herramientas que nos dejó el proyecto Juventud Gestora de Cambio en coordinación con Cordepaz y USAID fueron inmensas, anteriormente no teníamos articulación con la administración ante ni después que se conformara el CMJ; la administración no la tenía presente su plan de gobierno la parte juvenil, por ende, la alcaldía estaba cerrada en tomar esos procesos porque no tenían presupuesto. Al llegar el proyecto mejoro esa interlocución entre el Consejo, la Plataforma y la administración, gracias a esa incidencia hoy en día la juventud por primera vez en Mapiripán tiene un rubro que es directamente para a la juventud”.